Hernan Cortes y la muerte de su esposa
Cuando Catalina Juárez salió de Granada con destino al Nuevo Mundo buscando casarse con algún hombre rico que le aportara posición económica y social, poco podía imaginar que su nombre quedaría ligado al de uno de los más grandes conquistadores españoles: Hernán Cortés. Pero aún menos hubiera creído que su final sería tan trágico y a una edad tan temprana.
¿Qué ocurrió la noche de la muerte de la mujer de Hernán Cortés?
Aquella noche se celebró un banquete al que asistían los más allegados del matrimonio Cortés. Bien conocido de todos era el caracter irascible y violento del conquistador, así como las continuas discusiones conyugales entre Hernán Cortés y Catalina Juárez, muchas de las cuales habían acabado en maltrato físico por parte de él.
También eran bien conocidas sus infidelidades de las que incluso se vanagloriaba demostrando así su reputación de mujeriego.
Llevaba cinco años de matrimonio cuando tras la sangrienta conquista del Yucatán conoció a la que sería su más célebre amante: Malinche. Aún con su esposa, Catalina, y su amante, Malinche, a quien no se molestaba en ocultar, Hernán Cortés seguía manteniendo otras relaciones con nativas.
Tras el banquete, celebrado en la casa de los Cortés en Coyoacán (México), Catalina discutió agriamente con Francisco de Solís, capitán de los soldados de Cortés, y finalmente acabó en una disputa verbal con su marido. Cuenta la Historia que Catalina le espetó ante todos: «yo os prometo que antes de muchos días haré de manera que no tenga nadie que entender con lo mío», refiriéndose a su marido. Éste, rápidamente, le replicó también ante todos haciendo un juego de palabras: «con lo vuestro, señora, yo no quiero nada».
Aquella noche del 1 de noviembre de 1522, Catalina fue encontrada muerta en su propia cama con «los ojos abiertos y tiesos, salidos de fuera, como persona ahogada; los labios gruesos y negros y dos espumarajos en la boca, una gota de sangre en la toca sobre la frente«, según la versión dada en el juicio por su principal doncella. Junto a la cama estaban las cuentas esparcidas de un collar de perlas con el que presuntamente había sido estrangulada.
Sucesos e investigación
Fueron varias las doncellas y otras personas que testificaron lo mismo; sin embargo, el juicio, convocado años después contra Hernán Cortés por el asesinato de su esposa adoleció de múltiples irregularidades. Hubo declaraciones incongruentes: testigo que se desdecían de sus declaraciones iniciales; tampoco hubo médico que certificase la muerte de Catalina ni la causa por la que murió. Catalina Juárez fue enterrada rápidamente por orden de su marido… y, por otro lado, estaba la posición social y económica de Hernán Cortés, así como su fuerte influencia en los altos estamentos.
Era una época difícil, y aunque tampoco es que estuviera bien visto el maltrato físico, lo cierto es que tampoco estaba castigada la violencia doméstica y el pegar a una mujer era, desgraciadamente, algo harto habitual.
Todo ello hizo que finalmente el caso, a base de dilaciones y retrasos, acabara cayendo en el olvido, y que Hernán Cortés pasara a la historia como uno de los más grandes conquistadores que ha tenido España.
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Publicado en: Crimenes
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El apellido de la primera esposa de Don Fernando Cortés Pizarro y no «Hernán», lo fue el de Suarez y no Juárez, Suarez de Peralta y fue hermana de Don Juan Suarez de Peralta,que viene siendo cuñado del conquistador nacido en Medellin de Badajoz en España, mismo que exhonera a Don Fernando Cortes de la muerte de Catalina Suarez de Peralta, pues dice que otra de sus hermanas padecia de la misma enfermedad de la ambas cual murieron, por favor lean Noticias Historicas de la Nueva España de Don Justo Zaragoza, misma que fue escrita por Don Juan Suarez de Peralta en el siglo XV1, sacada a la lus publica por don Justo en el año de 1878. el tirulo del manuscrito del Sr, Juan Suzrez de Peralta: «Tratado del descubrimiento de la las Yndias y su conqista, y los ritos y sacrificios, y costumbres de los yndios; y de los virreyes y gobernadores, que las han gobernado, especialmente en la Nueva España, y del suceso del del Marqués del Valle, segundo, Don Martin Cortés: del rebelion que se le ynputó y de las justicias y muertes que bizieron en Mexico lós juezes comisarios que para ello fueron por su magestad; y del rompimiento de los yngleses, y del principio que tuvo Francisco Draque para ser declarado enemigo. compuesto por Don Joan Suarez de Peralta, vezino y natural de Mexico.» un poco largo y con aparentes faltas de ortografía, pero es el titulo puesto a su obra por el autor Sr, Juan Suarez de Peralta ,hay escritores que les gusta de cambiar nombres y títulos. espero les sea útil, saludos.
La mató su amante, el la repudio x la noche y su amante india con quien el tenía un hijo la mató. Así podría lograr ella que su hijo fuese legítimo. Además quien lea las cartas de cortés al Emperador Carlos V verá k es cierto lo que digo. X eso Cortés mandó enterrar rápido a la española. Para salvar a la otra.
El apellido de Catalina era Suárez Pacheco, era hija de don Diego Suárez Pacheco y de doña María de Marcayda, hidalgos. A su vez era hermana completa del.conquistador de Santo Domingo, Cuba y México, el noble abulense Juan Pacheco de Peralta -El Viejo- y tía carnal del célebre cronista mexicano Juan Pacheco de Peralta -El Mozo-.
Segundo , la aseveración «salió de Granada con destino al Nuevo Mundo buscando casarse con algún hombre rico que le aportara posición económica y social», es peyorativa para mujer y, además, falsa. Llegó a Santo Domingo en 1509
con 14 años, acompañando a su madre viuda y a sus otras hermanas, llamadas por su hermano Juan Suárez de Pacheco, como damas de compañía de la mujer de Diego Colón -quien viajaba a tomar el cargo de virrey de las Indias- María Álvarez de Toledo y Rojas, primera virreina consorte de América. Las damas de compañía de una mujer de la alta nobleza española como esta, que era sobrina carnal del duque de Alba de Tormes y sobrina segunda del rey, debían ser de la nobleza titulada o no-titulada (llamados hidalgos).
Tampoco Catalina Suárez Pacheco era Granadina. Si bien su padre vivió un tiempo en Granada durante la reconquista de esta Plaza (1492), está probado que era nacida en Ávila hacía 1495.