Rodajes malditos: La Profecía
La Profecía (The Omen) es una película de 1976, dirigida por Richard Donner y protagonizada por Gregory Peck, en la que se relata la llegada del Anticristo bajo la forma de un niño llamado Damian. Lo inquietante en este caso no es el argumento de la película en sí, sino los trágicos incidentes que acompañaron a su rodaje, colocando a esta producción entre las películas «malditas» de Hollywood junto con otras como El Exorcista, Poltergeist o La Semilla del Diablo.
Quizá todo se deba a la casualidad, pero no deja de resultar sorprendente la cantidad de desgracias en las que el equipo de rodaje se vio envuelto.
El propio Gregory Peck fue uno de los afectados cuando su avión fue alcanzado por un rayo en pleno vuelo, aunque no hubo que lamentar daños personales y todo quedó en un gran susto, pero resulta bastante extraño que le sucediese lo mismo al guionista de la película, David Stelzer, tan sólo ocho horas más tarde. Otro suceso extraño relacionado con el avión que el equipo había alquilado para sus desplazamientos fue que éste se estrelló falleciendo el piloto, pero lo más raro fue que el avión se estrelló contra un coche, que debido al choque impactó contra otro coche en el que viajaban la esposa y el hijo del piloto. Esta tragedia se llevó a ambos padres y a su hijo.
Otro hecho inquietante es que en la película hay una escena muy explícita de un accidente de coche en el que la mujer del protagonista resulta decapitada, algo que sucedió en la vida real a la esposa de uno de los encargados de los efectos especiales cuando conducía su automóvil. Existe una leyenda urbana que dice que el accidente ocurrió en el kilómetro 66.6 de la carretera en cuestión, pero este rumor nunca ha sido confirmado. Una gran parte del equipo de rodaje estuvo a punto de fallecer mientras se dirigían a un restaurante, debido a una bomba colocada en la estación de metro Green Park por el grupo terrorista IRA.
Existía en el metraje original una escena rodada con dos leones, pero esta escena fue suprimida por la trágica muerte del cuidador de los animales la misma noche en que se rodó la escena ya que el desafortunado vigilante había dejado la puerta de la jaula abierta por descuido.
Quizá lo que más ha inquietado a los curiosos del mundo de lo paranormal es la advertencia que Anton La Vey, llamado el Papa Oscuro y fundador de la Iglesia de Satán, hizo al director Richard Donner. Le avisó de que tratar el tema del Anticristo en una película podía ser peligroso y que mucha gente moriría si seguían adelante. Donner hizo caso omiso de las advertencias y pidió una orden de alejamiento para La Vey, quien aseguró que había cumplido simplemente con avisar, y que lo que sucediese no sería responsabilidad suya.
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Publicado en: Fenómenos Paranormales
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