Eshu, el dios mentiroso

Eshu

El dios llamado Eshu, nombre que le dan los yorubas, también llamado Elegba por los nativos de Benin, es conocido por ser el intermediario entre los hombres y los dioses, pero también por ser el mayor de los embusteros sobre la Tierra.

Eshu es un ser inteligente y astuto que vaga por el mundo, sintiendo especial atracción por aquellos lugares donde se avecinan cambios y hay periodos de crisis. Los lugares donde le gusta ejercer su influencia son los cruces de caminos, el umbral de los hogares y todo sitio donde se vendan y compren cosas.

Leyenda sobre Eshu

Existen muchas historias de engaños protagonizadas por Eshu dentro de las leyendas de África, pero la más célebre es la de dos granjeros vecinos cuya amistad no podía ser más firme y manifiesta, tanto es así que incluso les gustaba vestirse de forma similar, casi como hermanos.

Un buen día Eshu decidió caminar por el sendero que dividía las tierras de estos dos granjeros, llevando en la cabeza un sombrero blanco por un lado y negro por el otro. También se colgó un bastón en el hombro y se puso una pipa en la nuca, y vestido de esta guisa hizo el camino completo.

Los dos amigos, al encontrarse y contar lo sucedido, comenzaron a entrar en contradicciones sobre su extraño visitante, sin poder decir con certeza en que dirección caminaba o el color de su sombrero. Su discusión fue subiendo de tono hasta que el mismo rey se interesó por la historia.

Mientras los dos granjeros trataban de convencer al rey, cada uno de su propia versión de los hechos, Eshu hizo acto de presencia y le dijo al monarca que ninguno de ellos decía la verdad, pues ambos habían sido engañados.

El rey, enfadado con Eshu, mandó a sus guardias a capturarle, pero el dios consiguió escapar y prender fuego a varias casas en la huida. Mientras los aldeanos trataban de escapar de las llamas, el dios se ofreció a ayudarles a guardar sus pertenencias para que no se quemasen, a lo que todos aceptaron sin desconfiar. Entonces Eshu se hizo con todos los bultos y luego los repartió de forma aleatoria, dejando a las víctimas del fuego aun más confusas y con grandes dificultades para recuperar sus cosas en medio del caos.

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Publicado en: Mitología africana

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1 comentario

  1. diego dice:

    el es bueno

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