Parnaso y el Oráculo de Delfos
Cuenta la leyenda que uno de los más famosos oráculos de la Antigüedad, el oráculo griego de Delfos, fue creado por Parnaso, el hijo que el dios Poseidón había tenido como fruto de su unión con la ninfa Cleodora.
Su nombre, a este respecto, también se utiliza para designar la cadena montañosa que se extiende a través de los territorios que ocupaban en la época las tribus de los dorios y de los focenses y que es, precisamente, el lugar donde se encontraba tanto el célebre oráculo (justo en su ladera meridional) como la fuente Castalia, de la que se dice emanaban los vapores alucinógenos que provocaban los sueños y visiones que ayudaban a la pitonisa a predecir el futuro.
Sin embargo, hay que señalar que esta no era la única fuente (aunque sí que probablemente se haya convertido en la más famosa) que existía en el Parnaso ya que, de sus muchas rocas, manaban diversos manantiales (se creía que el “agua parlaba” y que, por tanto, tenía la capacidad de dar un oráculo).
La leyenda también señala que era en este Monte donde se reunían y moraban las divinidades menores dedicadas a la poesía y al canto, que conocemos como musas, y las náyades (no podemos olvidar que estas estaban vinculadas al agua fresca de los manantiales). En esas veladas, el dios Apolo tocaba la lira mientras el resto de las divinidades cantaban.
Por su parte las musas, procedentes del monte Helicón, llegaron hasta allí debido al llamamiento que hizo el propio dios. Es por este motivo por lo que también se considera esta zona montañosa como la patria simbólica de los poetas. En este sentido, en nuestros días y por extensión, se denomina como “Parnaso” la recopilación de las más prestigiosas y reconocidas obras artísticas y literarias de varios autores.
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Publicado en: Mitología griega
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