Issei Sagawa y su obsesión por la piel blanca

Issei Sagawa

La ciudad de Kobe, en la Isla de Honshu (Japón), es mundialmente reconocida por la calidad de su carne. La ternera y el buey son dos de sus especialidades, tanto es así que los animales son alimentados a diario con grano y cerveza, y antes de ser sacrificados se les dan masajes para relajar los músculos y hacer aun mas tierna su carne. Y es precisamente en esta ciudad portuaria, el 11 de Junio de 1949, donde nace Issei Sagawa.

Su padre, Akira Sagawa (presidente de Kurita Water Industries)  era bastante rico e influyente y al pequeño Issesi nunca le faltó de nada. No le afectó mucho el estado de su país, del Japón de la posguerra que trataba de recomponerse. El hambre afectaba a millones, pero no a él.

A pesar de esto, a los cinco años, tuvo una pesadilla que le marcaría, un sueño que jamás olvidó (como contaría poco después de ser detenido). Soñó que alguien le metía en una gran olla y le cocinaba, para después devorarle trocito a trocito mientras él era consciente de todo el proceso.

Años más tarde, su padre le pagó los estudios (Literatura Comparada) y a principios de los 80 decidió viajar a París a ampliar sus conocimientos y para estar más cerca de su gran pasión, las blancas mujeres europeas y su pálida piel. Pero Issei, por su físico, no lo tendría fácil para conquistar a una mujer. Apenas llegaba al metro y medio de estatura, poco agraciado, diminuto… Tendría que buscar otros medios de satisfacer su fetichismo.

En París conoce a Renée, una joven holandesa, estudiante de literatura y que, por desgracia para ella, cumplía con todos los cánones de belleza ansiados por Issei: era alta, rubia, de ojos claros y de piel muy blanca. Se hicieron muy buenos amigos y comenzaron a salir de paseo, a ver exposiciones e incluso una vez bailaron juntos. Pero Issei quería algo mas, quería estar mas cerca de esa piel tan blanca, de esos labios.

Hasta que una noche de 1981 la invita a cenar y Renée acepta, ignorante de la terrible noche que le espera en manos del infame Sagawa. Durante la cena Issei le declara sus sentimientos y trata de besarla, pero ella le rechaza. Él se siente muy contrariado pero aparenta encajar el golpe, pide disculpas y terminan de cenar.

Poco después, Issei se levanta con el pretexto de ir a buscar una botella de vino. Pero en lugar de eso regresa con un rifle del calibre 22, lo acerca a la nuca de Renée, que permanecía de espaldas a él, y dispara.

¿Quieres saber qué ocurrió después?…

Sigue leyendo en «Issei Sagawa, el caníbal japonés«

Publicado en: Crimenes

Tags: ,

Print Friendly, PDF & Email



TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
Top