Jano, dios romano del pasado y del futuro

Dios Jano

La bella Creusa, hija de Erecteo, rey de Atenas, tuvo un hijo con Apolo, Jano, a quien también conocemos como Janus, que creció en Delfos, alejado de su madre. Pero he aquí que Creusa se casó con Xifeo, mortal que sufría por no poder tener hijos de ella. Desesperado fue ante el oráculo, el cual le encomendó secuestrar al primer niño que se cruzara con el al día posterior. Y he aquí que al primero que encontró fue precisamente a Jano, hijo oculto de Creusa.

¿Quién fue Jano?

Creció el niño, se convirtió en un feroz guerrero y marchó a la conquista de Italia. Incluso llegó a fundar una ciudad allí en homenaje a sí mismo: Janícula.

Cuando el dios Saturno fue destronado y expulsado por su hijo Júpiter (el Zeus griego) de su lugar en el mundo de los dioses, se refugió en el reino de Jano y, en agradecimiento, dotó a éste del poder de ver el futuro y el pasado al mismo tiempo y poder así tomar decisiones sabias y justas (se cree que por esa razón se le representa con dos rostros) y lo convirtió en un dios.

¿Qué significan las dos caras de Jano, según Plutarco?

Para el historiador griego Plutarco, sin embargo, la explicación a estas dos caras, se encuentra en que, gracias a la intervención de Saturno, el reinado de Jano pasó de ser caótico a convertirse en civilización. Para Ovidio, por su parte, el motivo se encuentra en su capacidad para abrir o cerrar todo lo que se halla sobre la Tierra con su simple voluntad y para controlar tanto el cielo como el mar, además del giro del planeta sobre sí mismo. Además, habla de que este dios mira simultáneamente a oriente y a occidente, consiguiendo así equilibrar el cosmos.

Otras de las facultades atribuidas a Jano es la de que miraba al solsticio de verano por un lado (entre el 20 y el 22 de junio) que simbolizaba la puerta de entrada para aquellas almas que iban a llegar a la Tierra gracias a los nacimientos, y al solsticio de invierno por otro (21 de diciembre) que es por donde las almas abandonaban los cuerpos físicos que habían encarnado para dirigirse a otras dimensiones.

Jano (Janus) prestó además su nombre para denominar el primer mes del año, (Ianuarius en latín y January en inglés) y era venerado en Roma, donde una estatua que lo representaba, situada justo en el centro del templo, miraba hacia las dos puertas, una se encontraba en el oriente y otra en el occidente del edificio. En una de sus manos divinas se encontraba el número 300, en la otra el 65, pues controlaba el paso del tiempo.

Su templo: ¿quién lo construyó?

El templo de Jano se alzaba cerca de la Curia, dentro del Foro Romano. Cuenta la Historia que aquel templo solo contaba con un pasillo con bóvedas y dos únicas puertas a cada extremo. En el centro se alzaba la estatua del gran Dios Jano, dispuesto a intervenir en tiempos de guerra. Fue mandado construir por el rey Numa Pompilio, el sucesor de Rómulo, y segundo rey de Roma en el siglo VII a.C.

Y un último detalle… Las puertas del templo de Jano estaban abiertas durante los tiempos de guerra para que el dios pudiera traerles equilibrio y sabiduría para actuar y conseguir que la paz reinara de nuevo.

Sigue leyendo en: Delfos, el oráculo os espera

Publicado en: Mitologia, Mitología romana

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19 comentarios

  1. Alejandro dice:

    Es maravilloso sentir y conocer el origen mitologico de mi nombre:JANO

  2. mensajes dice:

    De aquí viene el origen del año nuevo.
    Lo que Dios Padre de Jesucristo más condena es la adoración a dioses falsos de piedra, el hacerse imágenes, estatuas, fiestas a estos ídolos.

  3. Norma Cazangian dice:

    Comienza a interesarme el el estudio de la Mitologia,sea griega o romana. El problema es por donde empiezo? como hacer un estudio sistematico de este conocimiento. Por donde empezar?

  4. Rafael Soto dice:

    Excelente, ameno y provechoso blog. Continuaré leyendo sus publicaciones. Muchas gracias.

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