El encantado Castillo de Chillingham

Castillo de Chillingham

En el pueblo de Chillingham, situado en el condado inglés de Northumberland, nos encontramos con el Castillo de Chillingham, muy cerca de la frontera con Escocia. Si bien no es famoso por poseer una arquitectura peculiar o haber sido anfitrión de algún ilustre suceso, si que cuenta con una inquietante leyenda de fantasmas entre sus muros.

Construido originalmente como monasterio en las últimas décadas del siglo XII, debido a su posición estratégica cerca de la frontera, el Castillo de Chillingham pronto pasó a formar parte de las fortalezas comandadas por Eduardo I. El castillo sirvió como residencia a la familia Grey, así como a sus herederos, los Condes de Tankerville entre los siglos XIIIy XX, y también como cuartel para las tropas inglesas en sus frecuentes incursiones en territorio escocés.

Así, a causa de su posición como cuartel, el Castillo de Chillingham sufrió continuos ataques y asedios a lo largo de su historia, por lo que fue fortificado y reformado en varias ocasiones. Almenas, mejores murallas y la construcción de un foso fueron algunas de las medidas tomadas por los ingleses a partir del año 1334, por orden de Eduardo III.

Con el enfriamiento de las tensiones entre ambos países, la necesidad de mantener el castillo fue desestimada, y la fortaleza se fue convirtiendo gradualmente en residencia, siendo añadidos al conjunto una sala para celebrar banquetes y una biblioteca. Sus alrededores, cuidados con esmero, terminaron transformándose en un hermoso paraje natural y hoy en día son gestionados aparte del mismo castillo.

La llegada de la Segunda Guerra Mundial trajo consigo otro periodo de decadencia para el Castillo de Chillingham, que sufrió tanto daños colaterales como directos, poniendo como ejemplo que las decoraciones en madera fueron arrancadas por los soldados, simplemente para hacer fuego. Su abandono posterior deterioró aun más el estado de la construcción, hasta que en 1980 fue adquirido por Sir Humphry Wakefield, descendiente de los Grey que construyeran Chillingham siglos atrás. Hoy en día funciona como hotel y casa de campo para la familia Wakefield.

El fantasma del Castillo de Chillingham

Ahora bien, una de las facetas más conocidas del castillo sean sus presencias sobrenaturales. La leyenda del castillo nos habla de un joven al que llaman el «chico azul«, y que parece tener especial preferencia por aparecerse en la Sala Rosa del castillo, cuando no produce extraños efectos de luz o un terrorífico aullido. También se dice que durante una de las reformas, se hallaron entre sus muros los cuerpos de un joven y un adulto, y que sus almas aun vagan por las estancias del castillo.

Publicado en: Fantasmas

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