Xuan de la Borrina, pastor de la niebla

Bosque encantado

Los montes asturianos son verdes y húmedos, y en determinadas ocasiones los cubre una densa capa de niebla que se extiende por ellos velando el paisaje. Este tipo de niebla recibe en la región el nombre de “borrina” y su aparición provoca una profunda inquietud entre los pastores, ya que dispersa rebaños, hace que las ovejas se pierdan y oculta al temido lobo bajo un manto de invisibilidad.

Para protegerse de este fenómeno atmosférico los pastores de antaño disponían de un amplio surtido de conjuros a recitar. En la mayor parte de ellos se invocaba a un personaje sobrenatural llamado Xuan de la Borrina, Xuan Blancu, Xuan de Madruga, Xuan de Riba o Xuan Barbudu ―nombres todos ellos asociados con la niebla de una manera u otra―, que se presenta por lo general acompañado de una perra lanuda y de su mujer, acerca de la cual, curiosamente, se dice que tiene barba.

Estos conjuros consisten en amenazar a la niebla con la llegada de este ser con el objetivo de que se marche. Por ejemplo:

Escampa, nublina,
de valle en vallina,
regueiros abaxo,
canales enriba,
que’ehí vien Xuan Blancu
xurando y votando
que t’ha de comer,
cola sua muyer barbuda,
y la sua perra llanuda.

(Escampa, neblina,
de valle en valle,
regueros abajo,
canales arriba,
que ahí viene Juan Blanco
jurando y asegurando
que te va a comer,
con su mujer barbuda
y su perra peluda.)

Escampa neblina,
valle, vallina,
comieron los llobos
la cabra cornina;
comieron los huesos,
dexaron la cecina.
Ehí va Xuan Blancu
col perru blancu,
la mujer desnuda,
la perra cozcorruda.
Ehí va Riaño
xurando y votando
que te va a cortar un calcañu.

(Escampa neblina,
del valle grande y pequeño,
comieron los lobos
la cabra con cuernos;
comieron los huesos,
dejaron la cecina.
Ahí va Juan Blanco
con el perro blanco,
la mujer desnuda
y la perra picorosa.
Ahí va Riaño
jurando y asegurando
que te va a cortar un calcaño.)

Otros conjuros aseguran a la neblina que Xuan Blancu le va a partir un brazo. Se trata siempre de amenazas físicas a través de las cuales la niebla queda personificada, y que dan idea del superior poder de este personaje sobre ella.

Para Elviro Martínez, Xuan de la Borrina sería a fin de cuentas una manifestación del espíritu del Sol. Xuan Xosé Sánchez Vicente considera que estos conjuros constituyen los restos de un mito más amplio, difundido sobre todo entre los pastores, y que al propio personaje habría que imaginarlo como perteneciente al mismo gremio. Se trataría pues de un pastor sobrenatural con suficiente poder como para someter a los elementos (o, al menos, a la niebla) a su voluntad y al que sus colegas de labor acudían para pedir protección como si se tratara casi de un santo patrón pagano.

Más retazos del mismo mito podrían encontrarse en ciertas canciones infantiles que hacen referencia a un tal Xuan Barberu o Barbeiru, que aparece siempre pastoreando varias cabras por un sendero.

Además de los que hacen referencia directa a Xuan de la Borrina bajo cualquiera de sus nombres, existen otros conjuros contra la niebla en la tradición asturiana, aunque, sin la presencia de este poderoso personaje, desaparecen por lo general las amenazas, adquiriendo un tono de simple ruego.

-Bibliografía:

  • Xuan Xosé Xánchez Vicente y Xesús Cañedo Valle, El gran libro de la mitología asturiana, Trabe, Oviedo, 2003, pp. 102-108.
  • Elviro Martínez, Mitología Asturiana, Everest, León, 1998, pp. 86-87.
  • Elviro Martínez, Supersticiones asturianas, Everest, León, 1995, pp. 176-179.

Imagen vía: Flickr.com.

Publicado en: Mitologia, Mitologia asturiana

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